Primeros días de la Catástrofe:Como hemos escuchado y leído en los noticieros, el 8 de noviembre de 2013, el tifón Haiyan, una de las tormentas más devastadoras registradas hasta la fecha, arrasó completamente en cuestión de horas parte de las Visayas Orientales, en el centro de Filipinas.
CICREl CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) está coordinando la logistica de socorro junto con la Cruz Roja de Filipinas, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y varias otras Sociedades Nacionales.
El CICR, cuenta con una oficina y personal en la ciudad de Tacloban, donde centrará su intervención de emergencia en la provincia de Samar, donde ha venido desplegando actividades durante muchos años en el contexto del conflicto armado en el sur de Filipinas.
Las tareas de logistica para el acceso a los puntos mas afectados está siendo entorpecida por la terrible debastacion producida por el tifón.
La infraestructura también ha resultado seriamente dañada, y la comunicación es difícil para los que están socorriendo a la población afectada. Las oficinas de la Cruz Roja de Filipinas y del CICR en Tacloban fueron dañadas, lo que obligó al personal a trasladarse temporalmente.
El 6 de noviembre, cuando la tormenta se avecinaba hacia la zona, CICR en Manila se anticipó, y a través de una planificacion logistica envió a Tacloban 11 camiones con alimentos y otros suministros de primera necesidad, como estuches de aseo personal, utensilios de cocina, bidones, lonas impermeables, tanques flexibles para el agua, unidades de tratamiento de agua, letrinas de emergencia y suministros médicos.
Sin embargo, esta planificacion logistica no ha sido eficiente, dado que los camiones estuvieron detenidos unos días en la ciudad de Surigao, dado que todo el tráfico marítimo quedó interrumpido. Esta ayuda aún no ha llegado a Tacloban.
A pesar de ello, La Institución decidió, por lo tanto un plan B. Enviar a más colaboradores en avión desde Manila y Davao para apoyar al equipo que ya se encuentra en el lugar del desastre. La prioridad, es evaluar las necesidades, lo que se hará en colaboración con la Cruz Roja de Filipinas.
Los camiones llegarian Tacloban el lunes 11, lo que permitirá empezar la distribución de la ayuda de emergencia. El CICR estaba decidido a socorrer a la población afectada lo antes posible.
ONULa oficina de asistencia humanitaria de Naciones Unidas ofreció hoy 25 millones de dólares en una respuesta rápida a la devastación causada por el supertifón que arrasó con Filipinas durante el fin de semana.
Por otro lado, La ONU temia "lo peor" tras el paso del potente tifón Haiyan que devastó Filipinas. Advirtió que la situación es desesperante dado que habría más de 10.000 muertos sólo en la ciudad de Tacloban. El número podría ser muy superior cuando se logre ingresar a zonas aisladas. Varios países anunciaron su ayuda.
EEUUEl general estadounidense Paul Kennedy, llegó el lunes a Leyte llevando consigo 90 marines y dos aviones C-130 llenos de víveres y material, el principio de una ayuda estadounidense que contará luego con MV-22 Osprey.
Otros 90 militares estadounidenses salieron el lunes de la base de Marines de Futenma, en la isla de Okinawa (Japón) con destino a las zonas siniestradas. Washington anunció además una ayuda humanitaria de 20 millones de dólares.
REINO UNIDOEl Reino Unido enviará un destructor y un avión de transporte militar para participar en las operaciones de rescate, anunció el lunes por la noche el primer ministro británico David Cameron. Londres desbloqueará también una ayuda de 10 millones de libras (12 millones de euros), añadió.
ESPAÑALas principales ONG que operan en España se están volcando con el envío de ayuda humanitaria para atender a los afectados por el tifón Hiayan que ha asolado Filipinas.
En primer lugar, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anunció hoy que fletará el próximo miércoles un primer avión para Filipinas, cargado con ayuda de emergencia para unas 16.000 familias. El contingente enviará 2.500 tiendas de campaña, además de mantas, colchonetas, bidones de agua, utensilios de cocina y unas 50.000 linternas solares.
Por el momento, ACNUR ya ha repartido 1.400 kits con artículos de primera necesidad desde su almacén de Cotabato, en la isla de Mindanao, a la ciudad de Tacloban, adonde ha enviado artículos de higiene, láminas de plástico, mantas, mosquiteros, jabón y ropa interior.
Otro ejemplo de entidad que ya está trabajando en la respuesta es World Vision, que tiene un equipo de 500 personas en la zona y que ha hecho llegar este lunes un avión a Manila con 5.000 mantas y 3.000 carpas de plástico, entre otros materiales, para llegar a al menos 240.000 familias en las próximas horas en las provincias de Bohol, Samar y Leyte, así como en la isla de Panay. «Cada minuto cuenta», dice la organización.
Este apoyo de las ONG se suma al que realizará el Gobierno español, que ayer anunció el envío de 200.000 euros en ayuda humanitaria. Además de dar soporte logístico a los envíos de muchas organizaciones. Un primer avión con 15 toneladas de ayuda procedente de la propia agencia, Cruz Roja y Acción Contra el Hambre, que incluyen un equipo para potabilización y distribución de agua potable, material de cobijo -tiendas, coberturas impermeables y mosquiteras para asistir a 2.500 personas. Un segundo avión, en esta ocasión fletado por Cruz Roja y financiado por la AECID, transportará 40 toneladas de material que incluyen cinco unidades de estabilización con capacidad para proveer de agua potable a 70.000 personas por día.
Los servicios de auxilio multiplicaban sus esfuerzos por distribuir carpas, víveres y medicinas en Tacloban, capital de Leyte, y ciudad costera de 220.000 habitantes, que ahora no es más que un campo de escombros, en donde flota en el aire el olor de cuerpos en descomposición.
Pero las operaciones se veían obstaculizadas por saqueos y el nerviosismo extremo de habitantes hambrientos, privados de agua y de electricidad. Tiendas de alimentos y un convoy de la Cruz Roja fueron saqueados.
Cientos de militares y policías fueron desplegados el lunes para restablecer el orden.
Luego de 5 días de Ocurrida la catástrofe:El Gobierno de Filipinas y la Comunidad internacional trabajan para asistir a las víctimas que, sin agua ni comida, esperan desesperadamente la llegada de ayuda humanitaria. Los equipos de rescate avanzaban con dificultades para hacer llegar más materiales de primera necesidad y personal médico hacia las zonas más afectadas, como Tacloban, en la provincia de Leyte, donde varias carreteras siguen cortadas.
El presidente del Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres filipino, Rene Almendras, dijo que "se exploran todas las alternativas" para enviar una ayuda cuyo volumen "es tan grande que no podemos moverla toda por vía aérea". Varios aviones C-130 de las fuerzas aéreas filipinas y otros facilitados por Estados Unidos vuelan directamente a Tacloban pero que el grueso de la ayuda tiene que distribuirse desde el aeropuerto internacional de Cebú.
También encuentran dificultades organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF), que desde el sábado dispone de un equipo de 23 personas en Cebú que este martes no pudo volar a Tacloban debido al mal tiempo. "Es una pesadilla logística. Los enlaces de transporte en la zona están seriamente alterados, lo que hace el acceso particularmente difícil. El aeropuerto de Tacloban ha sufrido muchos daños y las carreteras están bloqueadas por los escombros".
Toneladas de alimentos procedentes de todo el mundo han llegado a Filipinas, pero los cientos de miles personas que se quedaron sin hogar y con hambre tras el paso del tifón Haiyan aún no las reciben.
La devastación por la tormenta causó bloqueos en los caminos que llevan a las zonas más afectadas.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) ha enviado al menos 2,700 toneladas de arroz en el país, pero la pesadilla logística de viajar entre las islas cuyas poblaciones quedaron destruidas por una de las tormentas más fuertes de la historia complica la entrega.
El despeje de carreteras y pistas de aterrizaje ha llevado mucho tiempo, dijo el portavoz de la UNICEF, Christopher De Bono. "Yo no creo que sea culpa de nadie. Creo que es la geografía y la devastación".
Para hoy jueves 14 de noviembre la cifra de muertos por el tifón se elevó a 2,357 y dejó heridas a más de 3,853 personas, así como a 77 desaparecidos, de acuerdo con el Consejo Nacional para el Manejo y la Reducción de Riesgos por Desastres de Filipinas.
Las primeras entregas de alimentos en Guiuan y en Tacloban, las ciudades más afectadas por el tifón, representan un rayo de esperanza para al menos los trabajadores humanitarios.